El Cuerpo, la Mente y el Hábito: Un Viaje al Subconsciente, La Influencia de las Emociones en Nuestro Destino El poder de los hábitos
El poder de los hábitos
El texto comienza hablando de cómo el ciclo de pensar y sentir condiciona
nuestro cuerpo a memorizar el estado emocional, incluso mejor que la mente
consciente. Cuando el cuerpo sabe mejor que la mente, eso se llama un hábito.
Un hábito es cuando el cuerpo se ha convertido en la mente.
Se utiliza el ejemplo de recordar un número de teléfono: aunque no lo
recuerdes conscientemente, tu cuerpo lo ha practicado tantas veces que lo
conoce mejor que tu mente.
El programa subconsciente
A los 35 años, la psicología dice que el 90% de quienes somos es
un programa subconsciente automático e integrado. Esto explica por qué
a veces queremos cambiar, pero volvemos a nuestros viejos hábitos. Un simple
pensamiento o reacción a nuestro entorno puede activar este programa automático
y hacernos volver inconscientes.
El cuerpo como amo
Cuando queremos romper con estos hábitos, el cuerpo, que se ha
convertido en la mente, se resiste. Es como si el sirviente se hubiera
convertido en el amo, y el amo (la mente consciente) hubiera dejado el trono de
repente.
El cuerpo envía señales
El cuerpo, después de años de ser condicionado, envía señales al cerebro
para que vuelva a su estado habitual. Estas señales se traducen en pensamientos
como "puedes empezar mañana", "mañana es un mejor día" o
"esto no se siente bien".
Catastrofización
Responder a estos pensamientos, que el texto llama catastrofización,
nos lleva de vuelta al "yo antiguo".
Cómo desarrollar la personalidad
El texto explica que el cerebro cambia al aprender cosas nuevas. Cada
vez que aprendemos algo nuevo, creamos una nueva conexión sináptica.
La experiencia y la memoria
La otra forma de crear conexiones en el cerebro es a través de la experiencia.
Las experiencias nos hacen sentir emociones, que son el producto final de
cada experiencia. Recordamos mejor las experiencias porque podemos
recordar cómo se sintieron.
La rutina y las emociones
La rutina adormece el cerebro. Si estamos sintiendo las mismas emociones
todos los días, significa que no estamos teniendo experiencias nuevas.
Pensamientos y destino
El texto termina diciendo que los sentimientos y las emociones son un
registro de experiencias pasadas, y cuando los sentimientos se convierten en el
medio de pensar, pueden influir en nuestro destino.
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